Viernes, 1 de septiembre de 1939

Desfile de tropas alemanas

El 1 de septiembre de 1939, al concluir el día, el Alto Estado Mayor alemán redactaba el primer parte de guerra:

«Berlín, 1 de septiembre de 1939. Por orden del Führer, comandante supremo de las fuerzas armadas, la Wehrmacht ha asumido la protección activa del Reich. En cumplimiento de la misión encomendada, para poner freno a la potencia polaca, esta mañana unidades del ejército alemán han pasado al contraataque en las fronteras entre Alemania y Polonia. Grupos de la Luftwaffe han emprendido el vuelo para atacar objetivos militares en Polonia. La marina de guerra ha asumido la protección activa del Mar Báltico».

A las 10 de la mañana, un Hitler nervioso justificó la invasión de Polonia alegando las violaciones de la frontera germana. Su verbo inflamado y belicoso se desató: «Para poner fin a estas incitaciones insensatas no me queda nada que hacer salvo responder a la fuerza con al fuerza a partir de ahora.[…] no quiero ser mas que el primer soldado del Reich […] Por eso me he puesto este ropaje militar […] No me lo sacaré hasta que la victoria sea nuestra, y si no es así, no viviré para verlo.»

Hitler, desde la tribuna de oradores del Reichstag, anunciaba que «a cada bomba responderá una bomba». En la misma sesión histórica, Hitler designaba como sus sucesores a Göering y Hess y declaraba su condición de soldado. «El Estado polaco ha rechazado la solución pacífica propuesta por mí para establecer relaciones de buena vecindad (…). Con la dura firmeza de las armas alemanas dirigiré la lucha por el honor y los derechos vitales del pueblo alemán resucitado. Espero que todos los soldados, penetrados de la gran tradición del eterno espíritu militar alemán, cumplirán con su deber hasta el extremo. Daos cuenta en todos los momentos que sois los representantes de la gran Alemania Nacional Socialista. ¡Viva nuestro pueblo y nuestro Reich! Adolfo Hitler».

Invasión alemana de Polonia

Pero el entusiasmo popular no estaba tan encendido. Cuando Hitler regresó a la Cancillería solo le esperó una pequeña multitud. Únicamente los mas jóvenes gritaron :»¡Sieg Heil!», mientras la mayoría permaneció silenciosa.

El Presidente de la República polaca, señor Moscicki dirigió ese día una proclama a la nación polaca: «Esta noche, nuestro enemigo secular empezó las operaciones ofensivas contra el Estado polaco. En este momento histórico me dirijo a todos los ciudadanos del país, con la profunda convicción de que toda la nación se ponga al lado del comandante en jefe y de la fuerza armada, a fin de defender su libertad, su independencia y su honor, y dará una respuesta digna al agresor, como ha ocurrido más de una vez en la historia de las relaciones polaco-alemanas. Toda, la nación, bendita por Dios en su santa y justa causa, y unida al Ejército, marchará en filas compactas al combate y a la victoria.»

El primer ministro inglés, Neville Chamberlain, se dirigía a la Cámara de los Comunes, en la mañana del 1 de septiembre de 1939, para explicar la política de Gran Bretaña ante la nueva agresión alemana: «No me propongo decir muchas palabras porque ha llegado el momento de la acción y no de los discursos. La responsabilidad de esta terrible catástrofe pesa sobre los hombros de un solo hombre. El canciller alemán no ha vacilado en sumir al mundo en la miseria al objeto de hacer triunfar sus ambiciones insensatas.» Finalmente, Chamberlain declaraba que, a menos que Alemania suspendiera la acción agresiva contra Polonia, Gran Bretaña cumpliría sin vacilaciones los compromisos contraído con los polacos.

M. Molotov, Ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, solicitaba la convalidación de los acuerdos de no agresión con Alemania de 23 de agosto. Dijo que no fue sino hasta después que los representantes rusos quedaron convencidos de que las negociaciones con Gran Bretaña y Francia estaban condenadas al fracaso que voltearon hacia Alemania. Hizo hincapié en que el Pacto de ruso-alemán fue muy diferente al pacto de ayuda mutua que los soviéticos querían con Gran Bretaña y Francia. Afirmó que Alemania había abandonado la política anti-soviética y ofreció un tratado sobre el comercio en los más favorables términos nunca hechos. Molotov criticó a los dirigentes británicos y franceses que -declaró- insistieron en que la Unión Soviética se estaba poniendo al lado de Alemania en contra de ellos, olvidando que no era necesario que la Unión Soviética participara en una guerra al lado de los unos o los otros. «Si esos señores se sienten con un fuerte deseo de pelear, dejémosles que peleen entre ellos, pero sin nosotros. Veremos qué buenos soldados son. Ellos son los enemigos de la paz y sólo tratan de interferir en nuestras relaciones con Alemania«, concluyó.

El Cuartel general alemán, en Berlín, publicaba el siguiente comunicado oficial:

«En el curso de las operaciones militares efectuadas en Silesia, Pomerania y Prusia Oriental han sido alcanzados todos los objetivos propuestos para el primer día.

Las tropas del sur, avanzando a través de las montañas, han alcanzado las líneas, de Neumarkt-Such.

En el sur de Maerisch Ostrau ha sido atravesado el Olsa cerca de Teschen. Al sur del territorio industrial nuestras tropas han avanzado en grupos a la altura de Kattowitz.

Las tropas que operan en Silesia avanzan en dirección de Tsentoschau y al norte de dicha ciudad.

Al norte del corredor las tropas se acercan a Brahe y han alcanzado el lago situado cerca de Nakel. Muy cerca de Graudenz se ha entablado una batalla.

Las tropas que operan en la Prusia Oriental combaten lejos, en el interior del territorio polaco. Los pilotos alemanes, llenos de entusiasmo, han atacado los aeródromos polacos, como por ejemplo el de Rahmel y los de Putzig, Graudenz, Poznan, Plock y Lodz, así como los de Radom, Buda, Kattowitz, Cracovia, Lembreg, Brest y Terespok, destruyendo las instalaciones militares.

Los buques de guerra han prestado su concurso de una manera activa al avance del Ejército.

Los aviones alemanes son dueños del cielo polaco. Aunque muchas fuerzas aéreas son retenidas en Alemania central y occidental, se despliega gran actividad en Polonia.

Una parte de las fuerzas marítimas han tomado posiciones ante el golfo de Danzig, para asegurarse el dominio del Báltico. El buque-escuela «Schleswig-Holstein» ha cañoneado Westerplatte, en posesión de los polacos. Él puerto de guerra de Gydnia ha sido bombardeado por los aviones alemanes.«

Al respecto, en la prensa española (El Correo Catalán, Barcelona, 2 de septiembre de 1939) se recogía al día siguiente: «El Gauletier Forster ha dirigido a la población danziguesa la siguiente proclama: “Hombres y mujeres de Danzig: ha llegado el momento que habéis estado deseando durante veinte años. A partir de hoy, Danzig se ha incorporado al Gran Reich alemán. Nuestro Führer nos ha liberado. Por primera vez, la bandera de la cruz gamada, la bandera del Reich alemán, flota sobre los edificios públicos de Danzig. Flota, igualmente, a partir de hoy, sobre los antiguos edificios polacos y en todo el puerto; en las torres de la vieja Rathamz y en la venerable iglesia de Santa Mará, las campanas señalan la hora de la liberación de Danzig. Demos gracias a Nuestro Señor, que ha dado al Führer la fuerza y la posibilidad de liberarnos a nosotros también del mal del Diktat de Versalles».

El domingo 3 de septiembre, Gran Bretaña y Francia declaraban oficialmente la guerra a Alemania con una diferencia horaria: mientras Londres lo hacía a las once de la mañana, París se retrasaba hasta las cuatro y media de la tarde.

FUE NTES:
http://html.rincondelvago.com/segunda-guerra-mundial_14.html
http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100831201614AANyzNU
http://www.exordio.com/Calendario/nc09011939.html#2625
http://www.exordio.com/Calendario/nc09011939.html